“Por una escuela sin armarios” es un proyecto de COGAM que tiene como objetivo llevar a las escuelas la educación en la diversidad afectivo-sexual.
Este proyecto nace en 1994, cuando COGAM ve la necesidad de prevenir el acoso y la discriminación que sufren los jóvenes LGTB y aquellos que no cumplen con los roles de género convencionales en sus centros escolares.
Desde entonces acudimos a las aulas de multitud de centros escolares de la Comunidad de Madrid, realizando intervenciones socio-educativas que permiten conocer la realidad del colectivo LGBT+ (lesbiana, gay, bisexual y trans), desmontando prejuicios y estereotipos sexistas y LGBTfóbicos, y facilitando referentes positivos que permiten acercar y entender que la diversidad es una oportunidad de convivencia positiva, que enriquece nuestra cultura.
Gracias a la gran acogida de estas intervenciones en los centros educativos hemos podido estudiar a lo largo de estos años el fenómeno del bullying LGBTfóbico (entendido como el acoso escolar producido por razón de sexo, género, orientación y/o identidad sexual), lo cual ha dado como resultado la publicación de diversas investigaciones que han sido y son referentes en el análisis de este fenómeno en el contexto español. En 2015 publicamos dos investigaciones (), y sus conclusiones más importantes son:
El bullying LGBTfóbico es un fenómeno habitual en las aulas y estrechamente vinculado al machismo. Se manifiesta principalmente a través de agresiones verbales y aislamiento, y lo sufren en mayor grado las personas trans.
Los comportamientos LGBTfóbicos entre estudiantes tienen una estrecha vinculación con la frecuencia de prejuicios LGBTfóbicos.
Las víctimas no sienten que sean apoyadas por el profesorado y sus familias.
Este tipo de acoso se manifiesta también a través de las nuevas tecnologías de la información, conocido como ciberbullying, el cual aumenta la vulnerabilidad y el sufrimiento de las víctimas, porque se ven expuestos al acoso en cualquier momento del día, y los acosadores son tanto compañeros del centro escolar como otros jóvenes de su entorno.
Esta situación genera que las víctimas sufran sentimientos de humillación, impotencia, rabia, tristeza, incomprensión, soledad, aislamiento, vulnerabilidad y culpabilidad. En muchos casos lleva, no solo al abandono escolar, sino también a que casi la mitad de las víctimas se plantee el suicidio como forma de escapar de su sufrimiento.
Este análisis de la realidad en las aulas nos lleva a ampliar nuestras intervenciones socio-educativas a las familias y profesorado, ya que son agentes básicos en la educación de los jóvenes y sus principales figuras de protección y cuidado.
Además, en el curso pasado ampliamos nuestra propuesta a niveles de Educación Primaria (entre 10 y 12 años), ya que en estos niveles es donde conmienza a manifestarse los prejuicios sexistas que sirven de base para los comportamientos LGBTfóbicos de los estudiantes de niveles superiores.
Durante el pasado curso escolar este proyecto tuvo una gran demanda por parte del contexto educativo, llegando a más de 7000 estudiantes y 50 centros escolares. Además, los estudiantes valoran muy positivamente las intervenciones socio-educativas, con una valoración media de 8,9 puntos en una escala de 0 a 10.
Si quieres seguir todas nuestras actividades en el ámbito educativo, consutar nuestros estudios y materiales didácticos o tener más información sobre nuestra entidad, puedes consultar los siguientes enlaces:
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